Una semana sin Substack
He decidido que necesito una pausa. Una semana para descansar, parar y recuperar energía. No he podido planificar diciembre como quería: no he preparado contenidos, no he avanzado notas y no he organizado el calendario editorial. Durante días pensé que esto era un fallo, pero hoy lo digo con claridad: no he podido… y está bien.
Desde la perspectiva de la preventiva, especialmente cuando hablamos de riesgos psicosociales, este “no llegar” no es un error: es un indicador preventivo.
La carga mental, los plazos cortos y el exceso de demandas generan estrés laboral, y reconocerlo es el primer paso para gestionarlo de forma saludable.
Así que aquí estoy.
En este momento, la PRL académica me exige foco y tiempo real. Cuando una tarea requiere atención profunda, otras deben esperar.
Por eso he decidido que la primera semana de diciembre voy a desconectar de este espacio. Esta pausa no es ausencia: es autocuidado laboral.
La recuperación es esencial para mantener el equilibrio y evitar saturación. Detenerse ayuda a reorganizar la mente, regular la carga interna y volver con mayor claridad.
No llego a todo, y aceptar esta realidad.
Vuelvo pronto.
Más descansada.
Más consciente.
Más alineada con lo esencial:
el bienestar laboral se construye cada día, y a veces empieza por saber parar.


