“La razón porque los líderes tienen rasgos narcisistas” seguramente quizás hayas leído algún artículo o alguna revista sobre la psicología o algún enunciado sobre esto.
Pero la realidad es mucho más profundo y es estructural. Y lo más duro es que lo hemos normalizado hasta el punto de pensar que “es lo que toca”.
He podido sentir ese nudo en el estómago al ver cómo un líder no cuidaba, y el silencio era la moneda de cambio para sobrevivir.
Miles de personas cada día siente lo mismo, y que en vez de acompañar utilizan el miedo como herramienta de control.
Aquí te explico que les pasas a los líderes
Diversos estudios científicos demuestran que el poder cambia el cerebro y disminuye la empatía en quienes lo detentan, tal como explican Dacher Keltner (Universidad de California) y otros investigadores citados en The Atlantic y trabajos recientes. Y sí, disminuye la capacidad de empatía.
El poder literalmente te hace menos capaz de ponerte en el lugar del otro. Keltner, psicólogo social, lo describe sin rodeos: los poderosos se vuelven más impulsivos, menos conscientes de los riesgos y más desconectados de la perspectiva ajena.
Si lo llevamos a cabo a las organizaciones y a las empresas, esto encaja bien. El poder amplifica los sesgos y motivaciones preexistentes, como la búsqueda de recompensas o el egocentrismo, y hace que la persona seleccione con quién mostrar empatía según sus intereses o beneficios.
Así que no me extraña nada si esperas que te suban el sueldo, o te ascienda. Porque en el mundo corporativo, no ascienden a quienes más cuidan, sino a quienes más rinden.
Los indicadores de éxito son ventas, reducción de costes, resultados inmediatos. ¿Y la escucha, la prevención de riesgos psicosociales, la salud mental? lamentablemente se quedan fuera.
Un dato que me hiela la sangre:
Time publicó que el 36 % de los trabajadores tiene un jefe “disfuncional”. Y muchos de esos jefes no solo sobreviven, prosperan. Porque el sistema los premia, legitima su estilo y lo convierte en cultura.
El silencio que enferma
En hospitales, un estudio con 750 enfermeras reveló que el liderazgo tóxico explicaba el 65 % del silencio de las trabajadoras y el 87 % del daño al rendimiento organizativo. Ese silencio pesa. Se transforma en ansiedad, insomnio, depresión.
La PRL lo deja claro: los riesgos psicosociales existen, aunque no dejen moratones, y pueden enfermar.
Después de esto, haciendo un video de meditación, vi un video que hablaba de Carla Jung, entonces quería contrastar lo siguiente:
Carl Jung decía que lo que reprimimos no desaparece: se convierte en sombra.
Así que las empresas dirigidas por personas, en su conjunto tienen sus propias sombras, que representa justo lo que sentimos, vemos y a veces sin quererlo lo que no queremos ver, pero que está.
Algunas ideas:
No tengo recetas, pero sí intuiciones:
🔹 Revisar qué premiamos. Si solo se aplaude al que vende más o al que se queda hasta tarde, seguimos alimentando un modelo tóxico. Reconocer a quien cuida, acompaña o sostiene al equipo también es productividad.
🔹 Cambiar la pregunta. En lugar de “¿qué resultados tienes?”, probar con “¿qué necesitas para estar mejor?”. La primera mide, la segunda cuida.
🔹 Formar a los líderes en autoconciencia, los líderes deben conocerse a sí mismo y conocer sus emociones.
🔹Mostrar vulnerabilidad y compartir experiencias.
🔹 Solicitar y pedir retroalimentación de otros tipos de liderazgo.
Y bueno, me quedo con esta frase que resumen este artículo:
Los líderes cuando acceden al poder se producen cambios neurobiológicos y psicológicos que pueden disminuir la empatía y los motivos originales por los que alguien empezó a liderar. Y muchos de los seres humanos cuando tenemos acceso a este poder nos pasa en mayor medida.
Después de haber descubierto esto, algo que ha sido fascinante para mí, lo comparto para concienciar, reflexionar y para darnos cuenta en parte que nuestro cerebro cambia.
Y es que también si eres líder, o trabajas en modo automático te recuerdo que todos empezamos alguna vez, todos hemos sentido del porqué, del para qué nos dirigimos hacia algo. Pero en el camino muchas veces olvidamos lo esencial y lo importante, como es el cuidar de los otros y muchas veces de nosotros mismos.
No pierdas quién eres.
Por cierto, he añadido algunos cambios que habrás en el texto.
Mientras tanto, cuídate mucho. Nos leemos a la próxima.
Summary in English:
Power changes leaders' brains and can decrease their empathy, generating toxic leadership styles that reward immediate results in caring for the team. This causes silence, anxiety and health problems in workers, even if they are not visible. Recognizing these psychosocial risks and fostering conscious, empathetic and vulnerable leaders is key to preventing harm. The challenge is to balance performance and well-being, without losing sight of the essence of authentic leadership.
Referencias
Keltner, D. (2017). The Power Paradox. The Atlantic.
Time (2015). If You Think Your Boss Is Horrible, You're Probably Right.
The Guardian (2025). Why is your boss a narcissist? Blame the job ad that got them hired.
Forbes (2019). Narcissistic Leaders Prefer and Create Less Collaborative Company Cultures.
Randstad Research (2025). Informe sobre absentismo laboral en España.
BMJ Nursing. Estudio con 750 enfermeras sobre liderazgo tóxico y rendimiento organizativo.